La Compañía de Danza Española y Flamenco “Esencia Española” presentó su espectáculo “Esencia”, en el auditorio “Lic. Pedro Joaquín Coldwell” del Museo de la Isla, como parte de los eventos de celebración del XXIII Aniversario de la Fundación de Parques y Museos de Cozumel, Quintana Roo (FPMCQROO).
El proyecto de la organización dancística comenzó en la primavera de 1992, con la primera puesta en escena en el auditorio del Real Club España de Ciudad de México, después de realizar una temporada en “El Corral de Morería”.
Se formó un trío integrado por Raúl, Andrea y Marco Salcedo, llamado “Los Zagales”, con el espectáculo “Esencia Flamenca”.
Posteriormente, Marisol Moreno se une al trío artístico en la ciudad de Cancún, en donde junto con Raúl Salcedo, continúan su carrera como pareja de baile; además, de mantener el proyecto de la Compañía de Danza Española y Flamenco “Esencia Española”, formando jóvenes bailaoras y bailaores.
Marisol Moreno y Raúl Salcedo interpretaron un número sin música en la que sólo los sonidos de manos y pies bastaron para que el ballet hiciera una demostración de las coreografías.
Más de una decena de estampas españolas son las que disfrutó el público asistente, entre cambios de ropa, rítmicas palmadas y taconazos; en los que el ballet finalmente enmarcó a los protagonistas, quienes demostraron salerosamente la razón por la que son reconocidos en Iberoamérica.
El proyecto de la organización dancística comenzó en la primavera de 1992, con la primera puesta en escena en el auditorio del Real Club España de Ciudad de México, después de realizar una temporada en “El Corral de Morería”.
Se formó un trío integrado por Raúl, Andrea y Marco Salcedo, llamado “Los Zagales”, con el espectáculo “Esencia Flamenca”.
Posteriormente, Marisol Moreno se une al trío artístico en la ciudad de Cancún, en donde junto con Raúl Salcedo, continúan su carrera como pareja de baile; además, de mantener el proyecto de la Compañía de Danza Española y Flamenco “Esencia Española”, formando jóvenes bailaoras y bailaores.
Marisol Moreno y Raúl Salcedo interpretaron un número sin música en la que sólo los sonidos de manos y pies bastaron para que el ballet hiciera una demostración de las coreografías.
Más de una decena de estampas españolas son las que disfrutó el público asistente, entre cambios de ropa, rítmicas palmadas y taconazos; en los que el ballet finalmente enmarcó a los protagonistas, quienes demostraron salerosamente la razón por la que son reconocidos en Iberoamérica.
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